Su medio billón de euros, gracias.

No sé si será por el tiempo, un día gris y lluvioso, en el que apenas asoma el sol para ver si todo sigue en su sitio. Pero hoy Mokona está reflexiva y profunda. Hace unos días, en la inocencia que da el ser un pastelito blanco con largas orejas, se le ocurrió una idea. Esta idea surgió porque a Mokona también le preocupa la crisis, y en la medida de lo posible, le gustaría ayudar a solucionarla.

Bien, a nuestra querida reportera se le ocurrió, después de ver algunas de las cifras que manejan en los informativos sobre tal o cuál presupuesto, que invirtiendo la última inyección del BCE a los bancos, es decir medio billon de euros (o lo que es lo mismo, 500.000.000.000 € ) podríamos obtener los siguientes resultados:

- Repartiendo esta cantidad entre todos los habitantes del planeta, cada uno obtendríamos unos 75€ que no es mucho para nosotros, pero sí la posibilidad de comer y vivir para muchas familias de las más necesitadas.

- Como somos europeos y este dinero es nuestro y no queremos repartirlo con el mundo, obtendríamos algo más, 997 € por persona dentro de la Unión Europea. Una ayuda más que aceptable que puede hacer que más de una familia pague una deuda o la palíe un poco.

- Grecia es el país más afectado, al menos por lo que dicen las noticias, de la Unión, así que dándoselos a los más de 11 millones de griegos tendríamos unos 44.403 € por griego, lo que haría que ninguno de ellos volviera a suicidarse para no tener que acabar buscando comida por los contenedores de basura como escribía en su última carta la pobre alma que se quitó la vida frente al parlamento griego.

En resumen, según las cuentas de Mokona, el pago para paliar la crisis del BCE sólo estaba equivocado en su destino, ya que no tenían que ser los bancos sino el pueblo griego, y repito, el pueblo, ya que estas cifras son por cada habitante, niños incluidos, y creo que significativas, quienes deberían haberlo recibido.

Claro que Mokona no es economista, ni entiende de números como los grandes ministros de finanzas. Al entendido de bar, uno de esos que tanto abundan en nuestro país, le parecerá gracioso este cálculo inocente. Pero quedémonos con una reflexión que puede sacarse de él. El dinero, como hemos visto, existe y bien administrado, siempre priorizando a las personas por encima de cualquier otro interés, puede prevenir los efectos más negativos de la crisis. Estamos hablando de vidas, de personas que sufren y lo pasan mal. ¿Alguien imagina qué pasaría si se destinaran más partidas a esa gente? ¿Qué pasaría si sólo contáramos a los que necesitan el dinero?

Quizá las reflexiones de Mokona sean simples y cándidas, pero en mi humilde opinión, a veces es mejor dejarse llevar por esa simplicidad que complicar demasiado las cosas.